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Eucalyptus blanco |
el
ingeniero de montes Adrián Montero habla de71.000 hectáreas de eucalipto rojo y
8.000 de la especie blanca dentro de las fronteras extremeñas, situando a la
comunidad autónoma como la cuarta del país en superficie de eucaliptos, solo
superada por Galicia, Andalucía o Castilla la Mancha. Según ese experto,
"no se ha plantado ni un solo ejemplar más desde los años 80, más bien su
presencia se está reduciendo drásticamente, ya que desde 2001 hay 4.000
Hectáreas menos". El destino de estas talas suele ser la madera de baja
calidad para hacer carbón, palés o tableros de aglomerado, "utilizaciones
humildes, poco interesantes y, en términos económicos, totalmente
marginales", indica Miguel Elena, director del Instituto del Corcho, la
Madera y el Carbón vegetal (Iprocor), dependiente de la Consejería de Economía,
Comercio e innovación de la Junta de Extremadura
Pero la
pregunta es si la próxima generación de extremeños podrá ver de cerca un
eucalipto. Este árbol sólo tiene dos salidas actualmente: la industria del
mueble y la biomasa, ambas con perspectivas bastante inciertas.
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Eucalyptus rojo |
Ensayos
científicos realizados en la región han demostrado que su madera, en el caso de
la variedad roja, puede servir para hacer muebles de calidad, aunque falta aplicar
estos experimentos de modo industrial y confirmar que hay negocio detrás. Por
otro lado, la biomasa como combustible alternativo es un campo en constante
explotación actualmente y donde esta especie tiene mucho que aportar
Hace
tres años que en IPROCOR diseñaron, con tecnología austríaca, un horno a escala
para averiguar qué cualidades podía tener la madera de eucalipto rojo, el más
abundante en Extremadura, “ya que hay evidencias científicas, explica Miguel
Elena, de que la madera es más dura y más densa para trabajar en ello
corrigiendo efectos estructurales como la torsión que adopta su fibra según su
humedad y temperatura. Como árbol no pasa nada, pero aplicada a algún
utensilio o mueble sí. De modo que hemos trabajado para estabilizar esta
madera y nuestra hipótesis es que interviniendo en esa estructura durante el
secado se puede conseguir. Se hace con saturación mediante el vapor de agua,
después disolvemos las sustancias intervinientes en esas torsiones y hacemos
una extracción mediante un secado en vacío”
Hace
unos meses fueron presentados en Mérida los primeros muebles realizados a
partir de eucalipto en forma de aparador y los expertos concluyeron que,
afinando el sistema de fabricación, esta madera socialmente condenada “podría
ponerse a la altura de una madera noble como la caoba”, según Elena. La
diferencia, añade el director de IPROCOR, es que el precio es mucho más
atractivo, sólo hace falta que, desarrollada la tecnología, algún inversor dé
el paso para aprovecharse de ella y convertir los ensayos en proyecto
empresarial
Pero el principal obstáculo que encuentra el eucalipto para su
supervivencia es que está información llegue a los propietarios de fincas.
“Para que esa investigación sea objeto de estudios de mercado es necesario que
existan operadores intermedios que indiquen este destino superior”. Hornos
específicos como el de IPROCOR, que solo tiene tres metros cúbicos de capacidad
y por tanto no está diseñado para procesos industriales si existen en Australia
o Portugal, pero no en Extremadura donde la sensación de los estudiosos en la
materia es que se está desaprovechando un recurso natural de gran potencial.
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Madera de Eucalyptus |
Para
invertir esta tendencia las energías renovables tienen mucho que decir.
Actualmente afectan al eucalipto en un sentido u en el contrario. La
conversión de terrenos poblados con este árbol en superficies llanas y
clareadas dispuestas a acoger plantas fotovoltaicas y termosolares juegan en su
contra. Tampoco hay que olvidar que el destino mayoritario de su madera,
el carbón, libera cantidades ingentes de CO2, una agresión al medioambiente
injusta teniendo en cuenta el oxigeno que han estado liberando sus hojas
durante la vida del árbol, apunta Miguel Elena
Sin
embargo, convertir en biomasa y ramas puede ser más saludable que permita
mantener e incluso extender su presencia en la región, “Ya que se conoce la
tecnología de esta fuente de energía y ya cuenta con un camino trazado y líneas
de apoyo, dando un enfoque económico nuevo a granes espacios de Extremadura”,
señalan desde IPROCOR
En esta
dirección le gustaría que avanzase la negativa biográfica de esta especie
vegetal al gerente de Explotaciones Forestales Marles, S.L. una empresa
afincada en la pedanía pacense de Gévora que lleva 13 años funcionando y que prácticamente
la totalidad de encargos que recibe consiste en talar eucaliptos para la
posterior venta de su madera, casi siempre para convertirla en carbón.
Cuando no queden eucaliptos, calcula que “En no más de 10 ó 15 años” su
actividad empresarial habrá muerto “y tanto yo como mis 30 trabajadores, dice
sin dudar, tendremos que buscar otra ocupación, igual que los carboneros o
muchos aserradores”
A no
ser que se tomen decisiones políticas al respecto, “Ahora mismo se considera la
biomasa como dos categorías: restos forestales y cultivos energéticos
específicos. Y el eucalipto está en el primer grupo. Si pasase al segundo
significaría que a la empresa que explotara esas superficies le pagarían más y
por tanto el propietaria cobraría más”. Pero la realidad hoy en día es que
incluso la Junta de Extremadura subvenciona puntualmente el destoconado de
eucaliptales, última fase en la vida del árbol después del tercer corte y la
más cara de ejecutar porque se requiere maquinaria específica que arranque de
la tierra la raíz, por lo que la ayuda económica está justificada, ya que el
coste de este proceso supera el valor que alcanza la madera. En cualquier caso,
la Administración no abusa de esa eliminación definitiva, sólo lo hace en
ZEPAS para reforestarlas con especies autóctonas como encinas o alcornocales o
en actuaciones concretas para prevenir incendios.
Debido
a la cercanía del agua, la otra gran masa de eucaliptales en la geografía
extremeña se localiza en las márgenes de los ríos. Son por tanto propiedad de
las Confederaciones hidrográficas del Tajo y del Guadiana. En este caso, solo
se talan cuando se prevé alguna actuación de adecuación de las orillas,
sustituyéndoles por especies más apropiadas al entorno como chopos o fresnos
En el
parque de María Luisa, de nuestra ciudad, pienso que existen jardineros
enemigos de esta especie pues poco a poco van liquidando los magníficos
ejemplares existentes, según alegan “por estar secos”, pero… sus tocones están
dando retoños. Han sido en poco tiempo al menos 8 ejemplares que han sufrido la
sierra del talador y su tocón no da la sensación de sequedad ni peligro, sin
embargo existe alguno que está totalmente hueco por dentro y nadie lo ve, en
este caso no creo que se necesite viento para derribarlo, el simple peso de sus
ramas y hojas puede hacerlo caer.
fotos algunas, anónimas, tomadas de la red la mayoría de arandanoblanco