Sevilla y los Ficus

Siempre ha manifestado que mis apreciaciones son de que Sevilla, en general, no ama los árboles, no sé si por ignorancia o por desagradecimiento. Ese aire que tan necesario nos es para nuestra vida sale de ellos, no solo nos fabrican el oxígeno que respiramos también nos ayudan a purificar el aire que, nosotros, seres dotados de inteligencia, ensuciamos hasta el punto de hacer a nuestras ciudades inhabitables, luego hay que tomar medidas drásticas que llegan tarde y no alcanzan a solucionar los problemas 

Algún día, el árbol que has tronchado te hará falta para respirar                                                                Iris M Londrón

No solo el beneficio repercute en el aire, existen muchas más utilidades que un árbol, ser vivo, pero indefenso, nos aporta, la lista es larga y todas sus utilidades importantes

Hay que sembrar árboles hoy para que nuestros hijos gocen de sombra mañana

En Sevilla como pago a sus servicios y generosidad es poco lo que por ellos se hace, más bien todo lo contrario. Se podan mal y a destiempo, se les cierran y cimentan sus alcorques haciéndoles difícil sus respiración, cuando no se talan por cualquier quítame las pajas,   

También se debería tener en cuenta que un árbol cuando se pierde representa la pérdida de un valor económico y de difícil reparación pues para alcanzar el porte que necesitan nuestras calles, plazas y avenidas es necesario el paso de unos cuantos años

Últimamente nuestros administradores o los encargados de la gestión de nuestro arbolado la han tomado con los ficus, lo que están haciendo con ellos es delictivo, de juzgado de guardia

En la Glorieta de San Diego existen dos magníficos ficus que, motivado por la caída de una rama vienen cepillándolos, no puede llamarse de otra forma, en lugar de averiguar por qué se cayó y asegurar aquellas ramas que se presupongan peligrosidad como hacen en otras ciudades

 

Así era  el ficus al que le han practicado esa poda criminal

Terminada la restauración de los Jardines del Prado, los ficus que se hallan en la calle Riego de Riaño también fueron pelados casi al cero

En Luis Montoto, frente al Corte Inglés de Nervión había un ficus  que era una maravilla, en estos momento es un esqueleto viviente, En este caso quizás la culpa sea de la comunidad, pues  no sé si esta propiedad es privada 

También ha pasado con los naranjos, parece ser que, con la satánica intención de que no florezcan, no den naranjas y ahorren con ello trabajo, como decía nuestro amigo y compañero José Elías lo que se consigue es cargarse la belleza de sus copas que comienzan a crecer distorsionadas, en ocasiones no podan una rama, la arrancan, esto lo he visto en mi barriada, Bami, cuando los han podado, hoy en lugar de tener unas copas redondeadas, existen ramas que han crecido desordenadamente afeando el árbol

En la intersección de la Avenida de Manuel Benítez Carrasco con la Avenida de la paz, existe una especie de glorieta partida en la que conviven varios ejemplares de Lagunaria, hasta hace poco presentaban un aspecto fantástico, se podaban de forma cilíndrica y daba gusto verlos, en la última poda que les han dado los han desgraciado hoy alguno presenta una visión lamentable

Asi estaban todos

Así estan ahora

José Elías se lamenta hoy de la poda efectuada a los chopos existentes en el muelle de Nueva York, me gustaríaque la persona que ha efectuado la poda me explicara si se siente feliz de suactuación, pues no solo ha degradado los chopos, también lo ha hecho con elespacio

Solo discrepo de José Elias en que Precisamente los sevillanos en mayoria no quieren a los árboles, solo hay pequeñas minorias que los defienden y luchan por ellos  

Otro árbol al que suelen podar al cero son las Tipuanas y las Acacias negras, alguna en espacios que aunque cayera una rama no dañaría a nadie, pienso que con esas podas debilitan al árbol propiciando que sus ramas no sean seguras 

Alguien debe poner freno a estos desaguisados quien quiera de los haga

La degradación de los espacios verdes refleja la degradación de la sociedad

La poda que en ocasiones es necesaria para dar formación al árbol para que no moleste a los ciudadanos debe hacerse con la máxima tacañería y con personal muy especializado bajo las ordenes de un buen conocedor del árbol.

Podar no es cortar ramas, la primera que se me antoja. Podar debe hacerse protegiendo al máximo el árbol, conociendo sobre todo su estructura y su comportamiento

No debemos consentir que cualquiera coja un árbol y lo deje como para ir a la mili, al cero, aunque esto evite el tener que podar con más asiduidad

Se puede vivir 2 meses sin comida, 2 semanas sin agua, pero únicamente puede vivirse unos instantes sin aire

Mahatma Gandhi

Quiero recordar a los responsables que no solo manejan patrimonio de los ciudadanos, manejan seres vivos, aunque no corran cuando les ven y no les chillen, creo posible que esto último lo hagan a su manera   

Y recordar que Sevilla es una ciudad con veranos largos y muy calurosos en los que se hace imprescindible la sombra que estos seres nos aportan, incluso en invierno, hay días en que uno busca un respiro fresco, 

La sombra de la copa de un árbol, cuando este está ha alcanzado su porte y está bien formado no puede ser sustituida por ninguno de los toldos que aparecen por la ciudad, tampoco pueden estos toldos competir en belleza, más bien todo lo contrario 

El que antes de morirse ha plantado un árbol no ha vivido inútilmente

Este fin de semana me lleve una sorpresa respecto a los ficus ubicados en el bar de la Raza, les han colocado unos apoyos, un punto a favor de quien lo haya ordenado, espero que con esto los dejen tranquilos y no vuelvan a esquilmarlos como han venido haciéndolo

Este apuntalamimento, estos apoyos puestos al Ficus, tienen toda la Pinta de haber sido ideados por el
Director General de Parques y Jardines, etoy segura, Gracias Adolfo

Los árboles son parte de la solución contra el cambio climático, el mayor problema que hemos enfrentado nunca

En la actualidad, la plataforma “Red Sevilla por el clima” está preocupada por la calidad del aíre de nuestra ciudad