Familia: Arecaceae
originaria de los desiertos del
norte de África, Arabia y el Golfo Pérsico
Es la palmera más comercial,
cultiva en Oriente Medio por sus deliciosos y abundantes frutos
puede llegar a los 20 m de altura
Su tronco cubierto de ásperas cicatrices de las
hojas, a menudo se ve dañado o torcido, produce serpolios, (brotes) cuando se le permite, pero generalmente se le
extraen dejando un tronco único.
Hojas; pinnadas con los
segmentos, foliolos, rígidos, correosos,
no muy densos y de color verde azulado grisáceo, se unen a la hoja en forma de
V. en principio son erguidas aunque con
el tiempo se arquean sin llegar a caer en cascada, suelen tener un número menor
de hojas que la Phoenix canariensis
Flores: blanquecinas aparecen
entre las bases de las hojas agrupadas en racimos colgantes. Las flores
masculinas y femeninas se encuentran en distintos pies por lo que es una
palmera dioica
Fruto: Dátil, comestible. su
semillas es larga y estrecha, estriada y puntiaguda en los extremos, germina
con facilidad en unas semanas, también se puede cultivar a partir de los
serpolios
Pueden comenzar a dar fruto aproximadamente a los 15 años, prolongándose hasta los 80, produciendo unos 45-50 kg por año
Pueden comenzar a dar fruto aproximadamente a los 15 años, prolongándose hasta los 80, produciendo unos 45-50 kg por año
Produce además una savia
azucarada que se cuece para elaborar azúcar o se fermenta pasa obtener el vino
de palma
Se cultiva en toda la zona
mediterránea, en España tenemos el gran palmeral de Elche, su crecimiento es
moderado, tolera la salinidad lo que la convierte en adecuada a zonas costeras
muy utilizada como palmera
ornamental
Existen diversas variedades
la tenemos representada en los
distintos parques de la ciudad, plazas y avenidas, no olvidando la avenida de
la Palmera
Los cuentos no se han hecho para
hacer dormir a los niños, sino para despertar al ser humano a su dimensión espiritual
“El
viejo y la palmera datilera” * Cuentos Espirituales
Señora de los vientos,
garza de la llanura
cuando te meces canta
tu cintura.
Gesto de la oración
o preludio del vuelo,
en tu copa se vierten uno a uno
los cielos.
Desde el país oscuro de los hombres
he venido, a mirarte, de rodillas.
Alta, desnuda, única.
Poesía.
Rosario Castellanos
Rareza |
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