sábado, 7 de noviembre de 2015

Phoenix dactylifera / Palmera datilera / Palma común




Familia: Arecaceae

originaria de los desiertos del norte de África, Arabia y el Golfo Pérsico

Es la palmera más comercial, cultiva en Oriente Medio por sus deliciosos y abundantes frutos

puede llegar a los 20 m  de altura

Su  tronco cubierto de ásperas cicatrices de las hojas, a menudo se ve dañado o torcido, produce serpolios, (brotes)  cuando se le permite, pero generalmente se le extraen dejando un tronco único.

Hojas; pinnadas con los segmentos, foliolos,  rígidos, correosos, no muy densos y de color verde azulado grisáceo, se unen a la hoja en forma de V. en principio son erguidas  aunque con el tiempo se arquean sin llegar a caer en cascada, suelen tener un número menor de hojas que  la Phoenix canariensis

Flores: blanquecinas aparecen entre las bases de las hojas agrupadas en racimos colgantes. Las flores masculinas y femeninas se encuentran en distintos pies por lo que es una palmera dioica


Fruto: Dátil, comestible. su semillas es larga y estrecha, estriada y puntiaguda en los extremos, germina con facilidad en unas semanas, también se puede cultivar a partir de los serpolios
Pueden comenzar a dar fruto aproximadamente a los 15 años, prolongándose hasta los 80, produciendo unos 45-50 kg por año

Produce además una savia azucarada que se cuece para elaborar azúcar o se fermenta pasa obtener el vino de palma

Se cultiva en toda la zona mediterránea, en España tenemos el gran palmeral de Elche, su crecimiento es moderado, tolera la salinidad lo que la convierte en adecuada a zonas costeras

muy utilizada como palmera ornamental

Existen diversas variedades

la tenemos representada en los distintos parques de la ciudad, plazas y avenidas, no olvidando la avenida de la Palmera


Los cuentos no se han hecho para hacer dormir a los niños, sino para despertar al ser humano  a su dimensión espiritual

“El viejo y la palmera datilera” * Cuentos Espirituales

          


Señora de los vientos,
garza de la llanura
cuando te meces canta
tu cintura.

Gesto de la oración
o preludio del vuelo,
en tu copa se vierten uno a uno
los cielos.

Desde el país oscuro de los hombres
he venido, a mirarte, de rodillas.
Alta, desnuda, única.
Poesía.

Rosario Castellanos



Rareza

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