Revisando mis fotos de
localidades visitadas me he encontrado con un viejo, centenario, majestuoso,
precioso alcornoque que existía en Linares de la sierra, pequeño pueblo onubense
situado en el fondo de un valle en el Parque natural de Aracena y Picos de
Aroche
Localidad con unos 250 habitantes
denominados chicharreros
Este pueblo debe su nombre las plantaciones de lino que ocuparon sus vegas
durante siglos, hoy desaparecidas, ¡ como no ¡
En él podemos encontrar la
iglesia de San Juan Bautista con su torre campanario y tipología propia de la
arquitectura religiosa del siglo XVIII, conjuga el barroco popular con el academicista.
Su autor es desconocido, pero recientemente ha sido restaurada por Francisco
Rodríguez y Bartolomé Belmonte
Su curiosa plaza dedicada a Juan
Ramón Jiménez es un pintoresco coso que se abre como un ensanchamiento de las
calles del pueblo, cuanta con graderíos encalados apoyados en a base de la
iglesia parroquial y su entorno
Se trata de una plaza de toros
abierta e integrada en la
localidad, también en ella se realiza teatro
al aire libre y otros actos sociales
Destacaba un bello y centenario
alcornoque, ubicado en medio de unos de los tendidos de la plaza que daba
sombra y embellecía el entorno
Rodean la localidad Encinas (Quercus rotundifolia) alcornoques y Castaños (Castganea sativa)
En el mesón Arriero degusté un deliciosa comida, en su terraza una bella planta, Beloperone guttata
Desgraciadamente el bello
alcornoque (Quercus suber) denominado coloquialmente como Alcornoque torero ha
desaparecido, Un personaje insensible, prepotente, creyente de que el mundo es
suyo, arboricida, como la mayoría de los regidores actuales se encargó de
hacerlo desaparecer, eliminó lo más bello y sensible de la plaza.
El Alcornoque Torero
De lo alto del tendido
inclinado hacia el albero
cita al toro del viento
un alcornoque torero.
El toro se le encampana
embiste veloz y fiero
al capote de sus hojas
ajadas, ya por el tiempo.
Sereno, mueve sus ramas
en verónicas de ensueño,
en revoleras garbosas,
en naturales muy lentos.
Le quiebra con su cintura
sin mover los pies del suelo
y agradece al azahar
-aromático pañuelo-
que por su buena faena
agita el limonero.
El ventarrón se ha marchado
no sabe por cuanto tiempo.
Se va mugiendo de rabia
el bravo toro del viento.
JOSÉ ANTONIO ORTEGA.
De lo alto del tendido
inclinado hacia el albero
cita al toro del viento
un alcornoque torero.
El toro se le encampana
embiste veloz y fiero
al capote de sus hojas
ajadas, ya por el tiempo.
Sereno, mueve sus ramas
en verónicas de ensueño,
en revoleras garbosas,
en naturales muy lentos.
Le quiebra con su cintura
sin mover los pies del suelo
y agradece al azahar
-aromático pañuelo-
que por su buena faena
agita el limonero.
El ventarrón se ha marchado
no sabe por cuanto tiempo.
Se va mugiendo de rabia
el bravo toro del viento.
JOSÉ ANTONIO ORTEGA.
Llegan a los
ayuntamientos bajo el criterio de ordeno y mando, sin recordar que son meros
administradores Yo invito a las asociaciones ecologistas que se luche por conseguir
que estos actos sean considerados lo que son, Arboricidios. Matan, asesinan
seres vivos, mucho más beneficiosos y
valiosos que quien los elimina
Aparte de ir en contra del Medio Ambiente
Aparte de ir en contra del Medio Ambiente
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