martes, 6 de julio de 2010

Grevillea / Grevillea robusta / Roble australiano / Árbol del fuego


Familia:  Proteaceae

Origen:  Australia

Árbol perennifolio puede alcanzar los 35 m de altura, con rápido crecimiento, copa cónica, tronco fuerte y recto y una corteza entre marrón oscuro y gris, fisurada verticalmente

Hojas: Persistentes, alternas, grandes, compuestas, pinnadas, de color verde oscuro por el haz y más claras, plateadas y tomentosas en su envés, tienen similitud con las hojas de los helechos

 

Flores: Hermafroditas,  inflorescencias en racimos terminales erectos, su color  dorado anaranjado.

Son muy nectaríferas, atrayendo a muchos insectos, florece en primavera




Fruto: folículos dehiscentes, como capsulas,  de tonalidad pardo oscura, contienen una o dos semillas, planas y aladas
 
                                  

Se multiplica por semillas, que deben recolectarse rápidamente antes de que el viento las disperse, igualmente puede reproducirse mediante esquejes

Este árbol es sensible a las heladas cuando es joven y no tolera bien la polución ni las heridas

Madera de buena calidad, se utiliza en ebanistería y tonelería también en la construcción de instrumentos musicales como guitarras, y fue muy usada en la construcción de ventanas debido a su resistencia a la putrefacción


Árbol ornamental por la espectacularidad de su floración y por sus bellas hojas, utilizado en jardinería generalmente como ejemplar aislado para que luzca su esplendor, como alineación en calles, aunque hay que tener en cuenta su gran desarrollo para no plantarlo cerca de edificaciones

Denominada grevillea en honor al botánico inglés Charles Francis Greville y robusta aludiendo a su porte y crecimiento

En su ambiente natural existen restricciones a su explotación ya que el número de ejemplares silvestres se ha reducido drásticamente

Es un árbol bien representado en Sevilla con magnificos ejemplares: en el Parque de María Luisa pasando el Puente que nos adentra en la Isileta de los patos, existia un bello y magnifico ejemplar, un dia desapaeció, dejando en recuerdo su cartel de identificación. Como anecdota puedo contar que en una de mis visitas encontra unos turistas buscando el árbol. Es una pena que ejemplares mayores en edad y esplendidos en su tamaño y configuración desaparezcan,  no se si porque a alguien no le gustaba o le gustaba demasiado su madera 

En el Paseo de Manuel Bennitez Carrasco podemos encontrar también bellos ejemplares,

Debe prestarse cuidado al tocarlos pues las personas sensibles pueden sufrir algún tipo de dermatitis 



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